Toxicología
En estado puro, la apitoxina es un líquido incoloro, amargo y ácido (pH 4,5
a 5,5), con un peso específico de
1,1313. Es hidro y ácido soluble, pero insoluble en alcohol.
Las toxinas liberadas por la abeja provocan dolor e irritación, pero no
daño sustancial. Sin embargo, las pequeñas concentraciones de histamina pueden
verse amplificadas por la secreción de la misma en las células afectadas del
individuo atacado. Esto puede desencadenar un shock anafiláctico, sea instantáneamente o hasta 24 horas después de
la picadura; los síntomas incluyen el ahogo, asma, taquicardia, cianosis y pérdida de conciencia. En
individuos particularmente sensibles o afectados por numerosas picaduras puede
provocar la muerte. Alrededor de un 2% de la población es sensible a la
apitoxina, pero sólo un 0,05% se estima que sufre sensibilidad extrema.
Tratamiento
En la mayoría de los casos, la dosis inyectada por la picadura no
requiere tratamiento específico. Es conveniente retirar el aguijón, sin
embargo; su estructura barbada hace que quede clavado a la piel del individuo
que recibió la picadura, junto con el sistema glandular que secreta la toxina,
y la actividad refleja de su estructura muscular continúa inoculando el veneno.
El aguijón debe retirarse sin hacer presión sobre las glándulas adheridas, para
evitar vaciar por completo las mismas en la zona afectada.
El tratamiento en casos agudos requiere la aplicación de un
antihistamínico, como la difenhidramina, un antiinflamatorio de acción rápida
(cortico esteriode) como la dexametazona y de hasta medio centímetro cúbico de
epinefrina 1:1.000. Este tratamiento, sin embargo, sólo debe llevarse a cabo
por un profesional médico, que puede recetar también un agente
simpaticomimético como el metaraminol.
La inmunización es el único remedio de largo plazo; se efectúa mediante
la aplicación reiterada de dosis pequeñas de veneno. Aunque no es posible
lograr la inmunidad completa, es posible sin embargo reducir de manera muy
acentuada la sensibilidad.
Utilización
La apitoxina ejerce acción analgésica y antiinflamatoria. Esto impulsó
el uso de este veneno como terapia alternativa en casos de reumatismo. Además,
ha mostrado algunas propiedades inmunoactivantes, lo que favoreció su
experimentación como coadyuvante en la esclerosis múltiple. Sus efectos sobre la salud aún no han sido objeto
de estudio sistemático, por lo que no está autorizada como medicamento.
La homeopatía usa dosis de apitoxina de 0,5 ml que contiene unos 500
gamma o microgramos que corresponden al veneno de 5 abejas obreras adultas.
http://es.wikipedia.org/wiki/Apitoxina
http://es.wikipedia.org/wiki/Apitoxina
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